Pedro Cenas Casamayor

FUNDADOR

¿QUIÉN ES PEDRO CENAS CASAMAYOR?

 

Sencillo, firme y claro en sus convicciones, asi es Pedro Cenas Casamayor, fundador del  Partido de Integración Social – Avanza País, que surge del pueblo de a pie, hijo de campesinos, como muchisimos peruanos que no tuvieron la oportunidad de liberarse de esa esclavitud de las letras. Como suele decir Pedro Cenas: “Soy un hombre con fibra acerada en base a chochoca, shambar y caucau, impenetrable a cualquier misil enemiga”. Además agrega: “Soy un seguidor de la conducta diáfana, de Alfonso Barrantes Lingan, ex alcalde socialista de Lima, hombre de gran talla moral. Soy un seguidor de Cesar Vallejo y Arguedas asi como de Jorge Basadre. Soy un lector de los pensadores de Mariategui, de Haya de la Torre y Victor Andrés Belaúnde entre otros ilustres peruanos. Todos nos han dejado un legado de peruanidad, por tanto se merecen nuestro reconocimiento y respeto.”

Logré recoger su testimonio a Pedro Cenas. Confieso que fui prejuiciado a ese encuentro pensando que iba a encontrar a un político o a un caudillo, con el discurso grandilocuente y florido y de proyectos fantasiosos que abundan en nuestro país y que iba a echar la culpa de todos nuestros males al imperialismo foráneo. Para mi sorpresa encontré un hombre sencillo, firme y claro en sus convicciones, con una visión del país muy amplia, un organizador nato, de un hablar sereno y con una fuerza interior muy grande. Quedé muy impresionado. Tal vez asi serán los futuros lideres que surjan del pueblo y que tienen un mensaje nuevo para el pais.

Este es su testimonio de Pedro cenas Casamayor: “Soy de raices y anclas andinas como Barrantes. Sigo siendo socialista a lo peruano sin calco ni copia. Creo en la democracia, creo en la inversión pública y privada, creo en la alternancia del poder, no me avergüenza serlo. Quien dice la verdad no miente. Naci en lo alto, cerca de Dios, en un paraje con cielo azul, donde no hay médico ni enfermera, pero si la parturienta titulada en la universidad de la vida, llamado Palco, más alto que Quillapampa ( quilla es luna, pampa es pampa de luna), que en buen romance podriamos afirmar, desde el palco se contempla la inmensidad y la grandeza de la madre tierra, fértil y verde como ninguna. En Cachicadán, pueblo andino de la provincia de Santiago de Chuco, tierra del inmortal César Vallejo, de Lucho de la Puente, departamento de La Libertad. A la edad de seis años, junto a mis  padres de origen campesino y con poca instrucción, ya trabajaba con ellos en el pastoreo; con el arado, pico y lampa removia la tierra para sembrar la buena semilla, pero no hay como trasladarla, por eso pensamos en un medio rápido y seguro, volver a los ferrocarriles paralizados desde la caída del Presidente Leguía a inicios de los años 30.

Este es su testimonio de Pedro cenas Casamayor: “Soy de raices y anclas andinas como Barrantes. Sigo siendo socialista a lo peruano sin calco ni copia. Creo en la democracia, creo en la inversión pública y privada, creo en la alternancia del poder, no me avergüenza serlo. Quien dice la verdad no miente. Naci en lo alto, cerca de Dios, en un paraje con cielo azul, donde no hay médico ni enfermera, pero si la parturienta titulada en la universidad de la vida, llamado Palco, más alto que Quillapampa ( quilla es luna, pampa es pampa de luna), que en buen romance podriamos afirmar, desde el palco se contempla la inmensidad y la grandeza de la madre tierra, fértil y verde como ninguna. En Cachicadán, pueblo andino de la provincia de Santiago de Chuco, tierra del inmortal César Vallejo, de Lucho de la Puente, departamento de La Libertad. A la edad de seis años, junto a mis  padres de origen campesino y con poca instrucción, ya trabajaba con ellos en el pastoreo; con el arado, pico y lampa removia la tierra para sembrar la buena semilla, pero no hay como trasladarla, por eso pensamos en un medio rápido y seguro, volver a los ferrocarriles paralizados desde la caída del Presidente Leguía a inicios de los años 30.

De mi casa a la escuela había un poco más de una hora de caminata y eso hacia de lunes a sábado; son testigos fecundos los caminos, polvorientos en verano, sinuosos en invierno, pero esplendorosos y abrumados de aroma a Eucalipto y sabor a Panizara. En Cachicadán, “tierra donde ganan los que van” y a todo peregrino se recibe con su pan, terminé la primaria. Migré al terminar el tercer año de secundaria y como todo provinciano llegué a Lima a acabar mi educación en el Colegio Mariscal Castilla que era una sucursal del Colegio Guadalupe. En 1979 concluí mis estudios. En esa época estaba en su apogeo la huelga de los maestros del Sutep. La policia había detenido a un profesor muy querido por los alumnos y yo le llevé comida a la prisión del Sexto. Alli un oficial me insultó y me quiso agredir fisicamente. Yo le dije que supiera que yo era un menor de edad y golpearme le podría costar su carrera. Eso calmo al oficial. Alguno de los maestros presos le contó este incidente al Dr. Alfonso Barrantes, quien en esa época era el abogado asesor del SUTEP. El me hizo llamar y fue la primera vez que lo vi. Me dijo que siendo yo tan joven había demostrado una fortaleza de carácter propia de luchadores y quería felicitarme. Allí mismo me regaló una beca para estudiar cursos de oratoria en el local partidario del legendario y recordado Jorge del Prado. Mi poco conocimiento de las calles en Lima, resulté en el local de Acción Popular donde hice mi primer curso de oratoria siendo mi profesor el ex Presidente Valentín Paniagua.

De mi casa a la escuela había un poco más de una hora de caminata y eso hacia de lunes a sábado; son testigos fecundos los caminos, polvorientos en verano, sinuosos en invierno, pero esplendorosos y abrumados de aroma a Eucalipto y sabor a Panizara. En Cachicadán, “tierra donde ganan los que van” y a todo peregrino se recibe con su pan, terminé la primaria. Migré al terminar el tercer año de secundaria y como todo provinciano llegué a Lima a acabar mi educación en el Colegio Mariscal Castilla que era una sucursal del Colegio Guadalupe. En 1979 concluí mis estudios. En esa época estaba en su apogeo la huelga de los maestros del Sutep. La policia había detenido a un profesor muy querido por los alumnos y yo le llevé comida a la prisión del Sexto. Alli un oficial me insultó y me quiso agredir fisicamente. Yo le dije que supiera que yo era un menor de edad y golpearme le podría costar su carrera. Eso calmo al oficial. Alguno de los maestros presos le contó este incidente al Dr. Alfonso Barrantes, quien en esa época era el abogado asesor del SUTEP. El me hizo llamar y fue la primera vez que lo vi. Me dijo que siendo yo tan joven había demostrado una fortaleza de carácter propia de luchadores y quería felicitarme. Allí mismo me regaló una beca para estudiar cursos de oratoria en el local partidario del legendario y recordado Jorge del Prado. Mi poco conocimiento de las calles en Lima, resulté en el local de Acción Popular donde hice mi primer curso de oratoria siendo mi profesor el ex Presidente Valentín Paniagua.

En 1980, ingresé a la Universidad Nacional del Callao, estudié Economía. Ya en esa época leía todo libro sobre política porque como vengo de un extracto popular comprendí el sufrimiento de la gente, de mi gente en el ande, en los cinturones de miseria en las zonas urbanas del Perú, hasta hoy con ejércitos de niños desnutridos y madres heróicas luchando contra el hambre, mientras la elite política “culta” nos distrae con sus atuendos, bailes y escandalos; se ha vuelto farandulera, es decir el “baile ha reemplazado a las ideas” por eso mismo es ciega, sorda y muda a los problemas de fondo. En 1981, invitamos al Dr. Barrantes Lingán a una polémica en la Universidad: Nos impresionó su lenguaje sencillo pero con mucha profundidad. Que en verdad toco la fibra más profunda de la juventud; lo avivamos con gargantas de hierro, nuestros hombros son testigos de este episodio; salió en hombros como los grandes. Fui dirigente estudiantil en Federación de Estudiantes del Callao y gané en elecciones, tanto a nivel Consejo de Facultad como del Consejo Universitario al senderismo irracional que siempre lo condené por sus actos de terror, eso enfureció a un cobarde senderista arrepentido y me sindicara como integrante de su grupo, lo que me costó persecución de los servicios de inteligencia hasta la caída de Fujimori.

La década de los 90, es una década perdida, después del golpe con medidas extremas, la Izquierda cayó como un castillo de naipes y hasta ahora no ha logrado recuperar la fuerza que tuvo. Durante al gobierno de Fujimori se hizo una lucha muy dura contra los dirigentes de izquierda. Grave error, ya que sendero atacaba principalmente a los dirigentes de izquierda porque eran obstáculo para sus brutales acciones de sangre y muerte. Personalmente fui perseguido, porque un arrepentido senderista declaró que era parte de su grupo, a sabiendas que yo fuí un colaborador cercano del Dr. Alfonso Barrantes Lingan, un hombre que deslindó del terrorismo insano. En 1993, siendo Regidor de la comuna de Magdalena del Mar, fui secuestrado por el Grupo Colina esa misma noche cuando secuestraron al periodista Gorriti y el empresario Dayer, mi caso irresuelto; es decir, este grupo nefasto utilizó el mismo estilo de sendero, aterrorizaba con sus acciones, robaba lo que encontraba; se llevaron mis pocos ahorros, pero lo imperdonable es que pusieron una pistola en la sien de mi hijo de apenas dos años y meses, advirtiendo que si se denunciaba el hecho moriría el niño y fui llevado a las dos de la madrugada con destino desconocido; luego de dos horas de “paseo” llegué a los sótanos del Pentagonito, lugar donde fui torturado psicológicamente y donde pasé 5 días de terror; pero gracias a mi formación rápidamente pude superarlo. Las protestas del Dr. Barrantes, de Gustavo Mohme, la difusion democrática del diario Expreso y de RPP, hicieron posible mi libertad; libertad que se constituyó en un via crucis ya que no dejaron de perseguirme. Los agentes de la Dincote me amenazaban para autoculparme de senderista, me sacaban a media noche, me llevaban a las oficinas de la Dincote, me extorsionaban sacandome dinero, toda esta persecución duró hasta que se derrumbó el régimen fujimontesinista.

La década de los 90, es una década perdida, después del golpe con medidas extremas, la Izquierda cayó como un castillo de naipes y hasta ahora no ha logrado recuperar la fuerza que tuvo. Durante al gobierno de Fujimori se hizo una lucha muy dura contra los dirigentes de izquierda. Grave error, ya que sendero atacaba principalmente a los dirigentes de izquierda porque eran obstáculo para sus brutales acciones de sangre y muerte. Personalmente fui perseguido, porque un arrepentido senderista declaró que era parte de su grupo, a sabiendas que yo fuí un colaborador cercano del Dr. Alfonso Barrantes Lingan, un hombre que deslindó del terrorismo insano. En 1993, siendo Regidor de la comuna de Magdalena del Mar, fui secuestrado por el Grupo Colina esa misma noche cuando secuestraron al periodista Gorriti y el empresario Dayer, mi caso irresuelto; es decir, este grupo nefasto utilizó el mismo estilo de sendero, aterrorizaba con sus acciones, robaba lo que encontraba; se llevaron mis pocos ahorros, pero lo imperdonable es que pusieron una pistola en la sien de mi hijo de apenas dos años y meses, advirtiendo que si se denunciaba el hecho moriría el niño y fui llevado a las dos de la madrugada con destino desconocido; luego de dos horas de “paseo” llegué a los sótanos del Pentagonito, lugar donde fui torturado psicológicamente y donde pasé 5 días de terror; pero gracias a mi formación rápidamente pude superarlo. Las protestas del Dr. Barrantes, de Gustavo Mohme, la difusion democrática del diario Expreso y de RPP, hicieron posible mi libertad; libertad que se constituyó en un via crucis ya que no dejaron de perseguirme. Los agentes de la Dincote me amenazaban para autoculparme de senderista, me sacaban a media noche, me llevaban a las oficinas de la Dincote, me extorsionaban sacandome dinero, toda esta persecución duró hasta que se derrumbó el régimen fujimontesinista.

En 1992- 1995 fui elegido Regidor de la Municipalidad de Magdalena del Mar. Volví a ser reelecto como regidor de Magdalena en 1996. Es a partir de esa fecha que empiezo a recorrer el Perú, con el asedio de los servicios de inteligencia; por donde caminaba me perseguían, pero como nunca estuve vinculado a ninguna organización subversiva, no tenia que temer y, en 1997, organicé la Primera Asociación Nacional de Regidores de todos los Municipios del País: 1,200 delegados representando a 1828 municipios distritales y a 194 provincias. La realizamos en Huampaní, el Dr. Barrantes estuvo presente, inauguró el evento el ex – Alcalde de Lima Alberto Andrade, quien estuvo sorprendido de la cantidad de representantes y en un intermedio me dijo: ¿Cómo has hecho esto? Le contesté en son de broma: “esto es un misterio que Montesinos no ha podido detectarlo ni detenerlo”. Aquí hay trabajo silencioso y consecuencia. La semilla empezó a sembrarse; hoy, tenemos un fruto, me refiero “Avanza País”, que en el argor popular, Avanza es un prefijo de avanzar, pero en realidad el nombre es “PAIS” que significa Partido de Integración Social y por tanto nos conocemos como los “integracionistas” o también los “paicitas”, por eso en el Perú de a pie siempre decimos “avanza paisano”.

Fui elegido Presidente de los Regidores del Perú; gané con 70% de los votos derrotando a los candidatos de Andrade: Waldo Olivos y a la candidata de Fujimori: la ex – congresista Martha Moyano. Barrantes, seguía alentándonos a formar una organización politica, para lo cual nos había preparado y formado; más tarde le pusimos por nombre Avanza País, un proyecto que supo mantener en secreto; por estrategia encargó a otro grupo de compañeros trabajar Izquierda Unida Democrática; su deseo siempre fue, quien consiga la partida de nacimiento ahí nos unificaríamos a lo peruano, con nuevos retos que la democracia nos impone, por que los pueblos del Perú formal rechazan la violencia, quieren paz, quieren éxito, pero como decia el historiador Jorge Basadre, estos pueblos del Perú real son ignorados por el centralismo y excluidos por el Perú legal.

 

Fui elegido Presidente de los Regidores del Perú; gané con 70% de los votos derrotando a los candidatos de Andrade: Waldo Olivos y a la candidata de Fujimori: la ex – congresista Martha Moyano. Barrantes, seguía alentándonos a formar una organización politica, para lo cual nos había preparado y formado; más tarde le pusimos por nombre Avanza País, un proyecto que supo mantener en secreto; por estrategia encargó a otro grupo de compañeros trabajar Izquierda Unida Democrática; su deseo siempre fue, quien consiga la partida de nacimiento ahí nos unificaríamos a lo peruano, con nuevos retos que la democracia nos impone, por que los pueblos del Perú formal rechazan la violencia, quieren paz, quieren éxito, pero como decia el historiador Jorge Basadre, estos pueblos del Perú real son ignorados por el centralismo y excluidos por el Perú legal.

Lograr la gran Integración de mirada a este siglo, tenemos que lograr mediante cinco líneas maestras: La Revolución Educativa (I), La Revolución productiva (II) con respeto al medio ambiente, La Revolución vial  (III) con prioridad en las vias ferroviarias como un medio para integrar al Perú. Necesitamos Construir un tren de Tumbes a Tacna, con estaciones en cada capital de la región, con su brazos transversales que nos una con el Brasil, urge la  construcción del tren “Inca” paralelo al Qapagñan con fines turísticos, con la construcción de los hoteles rurales cada cierta distancia para que los hijos de los campesinos gerencien estos hoteles, hablen todos los idiomas y dediquen su tiempo en el sembrado de productos orgánicos naturales y asi cortar la migración a las ciudades y con ello hacer de la sierra como el espacio de regocijo y de salud para la humanidad. La cuarta linea maestra es una Revolución Ética y Moral (IV) que reafirme nuestra identidad y recupere los valores de nuestra civilización milenaria y finalmente una quinta revolución denominada: Industria sin chimeneas (V), es decir el turismo dado a las potencialidades que posee nuestro país. Así es como miramos al Perú en este siglo.

Apostamos al nacimiento de una nueva clase política y empresarial: el protagonismo de la juventud es el punto de inicio, porque, como decía José Ingenieros “la juventud no está comprometida con el pasado ni el presente corrupto”, pero además recurriendo al poeta de los poemas humanos, Cesar Vallejo decía que “toda voz genial viene del pueblo y va hacia él”. Nuestro país requiere de mandatarios sabios y sobretodo graduados en primer lugar en la Universidad de la Vida.”

Finalmente, este testimonio de Pedro Cenas, un hombre de a pie como millones de peruanos, encuentro en este líder social uno de esos miles de dirigentes ocultos en la masa desencantada y sobretodo en la periferia urbana. Este pueblo, comienza a tomar forma y opinión política a través del esfuerzo de los miles de Pedro Cenas que buscan un cambio de raíz, golpeado por el caminar de la vida, pero aún activo y lleno de fe en el futuro. Mis respetos y mucha suerte, señor Pedro Cenas.

 

 

Un testimonio, una historia de su fundador,

Febrero del 2004, testimonio tomado por el periodista J J Díaz.